“Por más de tres años, la Comisión de la Verdad la cual fue creada en el Acuerdo de Paz, se embarcó en un viaje profundo para investigar muchos de los hechos que han generado dolor, por casi seis décadas de conflicto armado en el territorio colombiano”.

El país y el mundo entero conoció este martes el Informe Final de la Comisión de la Verdad, un documento que relata la realidad de la guerra, verdades que eran ocultas pero que hoy salen a la luz desde la voz de quienes vivieron la barbarie del conflicto armado colombiano.
Dentro del evento que tuvo lugar en el teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, con retransmisión en varias ciudades. Participaron víctimas, delegados de poblaciones y autoridades étnicas, organizaciones sociales, medios de comunicación, entre otros, de igual manera la presencia del Presidente electo Gustavo Petro y la Vicepresidenta Francia Márquez.

En este importante espacio en medio de sentimientos encontrados, la euforia no se hizo esperar; “El pueblo no se rinde carajo”, fue una de las arengas más sonadas en el recinto, cuando vieron a Francia Márquez entrar vestida de blanco, a su vez, el presidente electo hizo su intervención manifestando lo siguiente:
“El conflicto dialogado es lo que permite que la humanidad crezca y sea más humana, cortar los ciclos de la venganza es lo mismo que cortar los ciclos de la violencia. Este gobierno podrá tener un éxito y ponerlo en práctica en la historia de este pueblo colombiano, si convertimos los espacios de la verdad en espacios de reconciliación. Lo que le sigue a la verdad en el fondo, es la posibilidad del perdón social, la posibilidad de una era de paz, la posibilidad de una nueva historia”.
“Hay futuro si hay verdad”, sería el resultado de un despliegue investigativo que inicio el 29 de noviembre de 2018 cuando se oficializó el mandato de la Comisión de la Verdad, un trabajo que tuvo un amplio despliegue territorial en los lugares más recónditos del país, donde se abrieron casas de la verdad, espacios en donde se recolectaron testimonios en iniciativas de construcción de convivencia y no repetición.
Esta labor estuvo a cargo de trece comisionados de la Verdad, presididos por el padre Francisco de Roux, dos de ellos murieron en el cumplimiento de su labor: Ángela Salazar y Alfredo Molano Bravo. El equipo investigativo también estuvo conformado por 290 personas en Bogotá, 200 personas pertenecientes a los territorios y 120 transcriptores.
Este documento plasma la voz de 28.543 relatos de víctimas de pueblos indígenas, afro, campesinos, miembros de grupos armados ilegales, de la Fuerza Pública, políticos, empresarios y otros actores de la sociedad civil que de alguna forma tuvieron que ver con el conflicto armado y se complementa con 1.195 informes de esclarecimiento por parte de instituciones, organizaciones sociales, colectivos de víctimas, entre otros.
¿Qué encontramos en el Informe Final?
Dentro de esta exhaustiva y profunda investigación, se consolidan diez capítulos que abordarán temas claves para entender las verdades ocultas del conflicto, donde se evidencian las violaciones de Derechos Humanos, afectaciones y violencia sexual hacia mujeres y población LGBTI, como los colombianos que debieron exiliarse a causa del conflicto.
Las voces de nuestros pueblos étnicos no son la excepción, cuentan sus resistencias históricas, así como el dolor de una violencia continua y desproporcionada.
De igual manera las consecuencias en la salud mental y física que dejó la guerra. Estos capítulos son únicos e inéditos con respecto a otras comisiones de la Verdad en el mundo.
Para leer el informe haga click aquí:
El informe Final de la Comisión de la Verdad destaca en sus recomendaciones la deuda que tiene el Estado colombiano con los territorios rurales por ello, se solicita una transformación integral de estos territorioscumpliendo el papel de hacer análisis periódicos de las relaciones económicas en la ruralidad, que den cuenta del impacto que tienen sobre los territorios, y por ende el potencial de riesgo de las comunidades, y las garantías de seguridad para ellos, en caso de que se presenten más violaciones a los derechos humanos, se recomienda que exista una ruta de reparación rápida que beneficie a las víctimas y su derecho a la justicia.
Los territorios hablan y nos cuentan lo que por años estuvo en oscuro silencio, hoy celebramos el triunfo de la verdad y la importancia de no olvidar y reparar lo que por años dolió porque: “La verdad se necesita para encontrar el balance, cuando la verdad aflora hace que el alma descanse”.